La semana pasada uno de mis compis ha resuelto hace poco un enigma misterioso que nos ha tenido un par de meses alucinando.
Resulta que hace tiempo se le montó a un cliente un sistema de enlace wifi entre la central y una sucursal donde timofónica se negó a ponerles un ADSL. Para que os hagáis una idea, estan ambas en una bahía, de tal forma que tienen linea visual directa, y también están ambos sitios a una cierta altitud, con lo que las condiciones son bastante buenas. El enlace ha funcionado de coña durante mas de un año, pero de repente, hace dos meses empezó a fallar. Y lo jodido es que siempre era los jueves por la tarde hasta la mañana del viernes.
Así pues hicimos varias pruebas, y los equipos enlazaban de coña. Luego subíamos a donde estaban las antenas, y como siempre, se veian perfectamente entre ellas... No había problemas. Así que al final, después de hacer mil pruebas, mi compi se tuvo que ir con portátil, una silla plegable y unos prismáticos a subirse a la azotea y esperar a que fallase (en jueves, of course!).
El chaval enchufa el portátil al aparatillo wifi, empieza a hacer ping constante al otro lado y empieza a aburrirse esperando el fallo. Al cabo de una hora... OH! Se pierde la señal! El chico trinca prismáticos, mira hacia el otro lado y...
Un peazo de transatlántico enorme entra en el puerto y atraca. Y lo hace justito, justito, en la linea recta que separa las dos antenas. Al ser tan enorme, tiene la altura suficiente para jorobarnos soberanamente.
Al parecer, el puñetero barco ha empezado a hacer un circuito por el Mediterráneo y hace escala una noche aqui y al dia siguiente se va. En fin, el cliente no está muy contento, pero no es culpa nuestra. Y al menos el compi se ha puesto un poco moreno al sol ;)
Resulta que hace tiempo se le montó a un cliente un sistema de enlace wifi entre la central y una sucursal donde timofónica se negó a ponerles un ADSL. Para que os hagáis una idea, estan ambas en una bahía, de tal forma que tienen linea visual directa, y también están ambos sitios a una cierta altitud, con lo que las condiciones son bastante buenas. El enlace ha funcionado de coña durante mas de un año, pero de repente, hace dos meses empezó a fallar. Y lo jodido es que siempre era los jueves por la tarde hasta la mañana del viernes.
Así pues hicimos varias pruebas, y los equipos enlazaban de coña. Luego subíamos a donde estaban las antenas, y como siempre, se veian perfectamente entre ellas... No había problemas. Así que al final, después de hacer mil pruebas, mi compi se tuvo que ir con portátil, una silla plegable y unos prismáticos a subirse a la azotea y esperar a que fallase (en jueves, of course!).
El chaval enchufa el portátil al aparatillo wifi, empieza a hacer ping constante al otro lado y empieza a aburrirse esperando el fallo. Al cabo de una hora... OH! Se pierde la señal! El chico trinca prismáticos, mira hacia el otro lado y...
Un peazo de transatlántico enorme entra en el puerto y atraca. Y lo hace justito, justito, en la linea recta que separa las dos antenas. Al ser tan enorme, tiene la altura suficiente para jorobarnos soberanamente.
Al parecer, el puñetero barco ha empezado a hacer un circuito por el Mediterráneo y hace escala una noche aqui y al dia siguiente se va. En fin, el cliente no está muy contento, pero no es culpa nuestra. Y al menos el compi se ha puesto un poco moreno al sol ;)
4 comentarios:
OMG!!! Final digno del mejor thriller. Qué jodío el barquito, ya se podía aparcar en otro sitio... XD
Na. Que no sabeis que inventar para estar todo el día tomando el Sol...
cuentame una de cowboys please
Como mola! jajaja, que curiosa la situación y el "problemilla".
Nunca había leido nada igual.
Estoy yo en la azotea y me da un ataque de risa jijiji
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