En primer lugar, soy agnóstico, o como se suele decir "ateo con la esperanza de equivocarme". Por eso me patea que me intenten IMPONER a toda costa una festividad que en algún momento debió ser religiosa, y que en algún tiempo pasado era tiempo de felicidad, paz y amor, y todo eso.
Odio la iluminación navideña. Sobre todo la que pone el ayuntamiento. ¿Quién es el genio que ha puesto luces de color rojo, amarillo y naranja a la misma altura que los semáforos? Gracias por hacerme más difícil el conducir, gracias por deslumbrarme, gracias por gastar el dinero público y gracias por gastar energía. Mucho cambio climático, pero el derroche de kilowatios que no falte. Bastaría
con las hortereces que pone la gente y los comercios.
Odio la plaga de horteradas que asola los balcones, las luces psicotrónicas compradas en el chino con sus ritmos histéricos preprogramados, los papanoeles color rojo cocacola que escalan en manadas las fachadas, y otros aditamentos similares que atentan contra el buen gusto y me queman las retinas.
Odio que haya que talar arbolitos para que unas semanas al año haya gente que lo tenga cargado de decoración chillona en el salón. ¡Decora el ficus y deja de dar por culo a los abetitos!
Odio que por todos lados me ataquen atrozmente los oídos con villancicos que llevo oyendo desde hace eternidades. Poned el volumen mas bajo, coño! O haced como el único sitio civilizado que he visto, donde ponen villancicos tradicionales cantados por coros de categoría, o al Bublé versioneando los clásicos americanos. Al menos en ese único sitio tardé media hora en darme cuenta de que eran villancicos. Si vuelvo a oir a Wham cantando el Last Christmas otra vez, cometeré una locura. Estáis avisados.
Odio la farsa y la comedia del mal llamado "espíritu navideño", y que todo dios pretenda desearte cosas buenas. No me deseéis nada. Si me queréis hacer feliz, regaladme una cesta, o si está leyendo esto mi jefe, ten un detalle y dame un sobrecito extra. Con los buenos deseos, a lo sumo puedo limpiarme el culete si me los dan con una tarjetita. Lástima que no las hagan de papel acolchado. No me enviéis SMS si no os habéis acordado de mi los otros 364 días. Ni por nochebuena ni por nochevieja, cabrones, que me reventaréis el móvil. Y tampoco me enviéis mas mails con el puto elfyourself, que me tenéis a mi frito y al correo colapsado! Originales, que sois unos originales.
Odio las 12 uvas. ¿Para qué son? ¿Para que acabes en urgencias atragantado? Y encima es una chorrada que se originó en una cosecha con excedente de uva. No traen suerte ni nunca la traerán, tontos! Y lo de la prenda roja, otra chorrada, solo aceptable en féminas que la lleven blanca de origen y a las que por desgracia les haya venido el reglazo en ese momento.
Odio simplemente ir a la compra en estos días. Parece que el mundo se vaya a acabar y que haya que hacer acopio de todo. Y la gente venga gastar como auténticos desquiciados con cara de absoluto alelamiento. Que sepas que los únicos que te lo van a agradecer son los empresarios. Y los de VISA.
Odio el terrible derroche de euros en memeces para regalar, cosas que la mayor parte de las veces son inútiles y acabarán siendo reembolsadas/cambiadas.
Odio ver cómo los negocios hacen su agosto, subiendo los precios de las viandas típicas de esta temporada. Aunque más odio al Solbes, que en vez de poner orden va y suelta que comamos conejo. Comeselo tú a tu señora, y así también comerás marisco de paso, capullo!
Odio la televisión de navidad. Mezcla de "grandes penículas familiares", repeticiones, mas pelis bíblicas (tostones infumables), y sobre todo, musha moralidá durante unos días, ¿eh? Pues no me dala gana, joder! Quiero seguir viendo las porno cutres de los canales locales incluso en estas fechas, hostiasya! Y por cierto, los "chous" de fin de año son pura mierda.
Odio al Papa Noel. Que sólo es rojo por la p... cocacola. Si ni tan siquiera sabéis de dónde procede, ni cuales son sus orígenes. No os lo pienso decir. Buscad "San Nicolás" y "Padrecito Invierno" en el google. También le odio por haber desplazado a los Reyes Magos, que al menos algo sí que tenían que ver con la navidad en sus orígenes.
Odio que la gente sea tan hipócrita al querer celebrar una fiesta religiosa, aunque no pise una iglesia ni aunque le empujen con un tridente. Pero luego no se quieren perder la misa del gallo. Ya os vale, comediantes!
Podría estar mucho tiempo más así, hablando de las comidas en familia, el stress de ir a por los putos regalos y demás cosas similares, pero mis queridos lectores ya se encargarán de añadir mas detalles en sus comentarios, ¿verdad?
Luego se extrañará la gente que esté de mala leche estos días. Y de que cuando desee feliz navidad, las palabras parezcan rezumar veneno.
NOTA: Hay una excepción. Si eres creyente, y todavía recuerdas el sentido real de estas fiestas, si en estas fechas lo celebras y conmemoras sin excesos con las personas que quieres, entonces de verdad y de todo corazón, te deseo que todo vaya bien y que lo disfrutes. El que no comparta tus creencias no quiere decir que no las respete.